Hola copis de Primer Ciclo. Aqui os dejo los villancicos que cantaremos al final del festival. Podéis ensayarlos en casa tranquilamente. Buen puente a todos!!
CAMPANA SOBRA CAMPANA
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás el Niño en la cuna.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nueva me traéis?
Recogido tu rebaño
a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nuevas me traéis?
Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque ha naciendo Dios.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
qué nueva me traéis?
LA PRIMERA NAVIDAD
La primera Navidad el cielo se llenó,
de ángeles que cantaron a una voz.
Los pastores escucharon a un ángel de luz
que anunció la llegada del Niño Jesús.
/ NOEL, NOEL, NOEL, NOEL,
HOY HA NACIDO EL REY DE ISRAEL. /
La estrella de Belén, a los magos guió
en esta hermosa noche Judea brilló.
El pesebre encontraron siguiendo su luz,
y trajeron regalos al Niño Jesús.
ESTRIBILLO.
La primera Navidad - Dibujos animados - Jesus para niños
Hola a todos! ya están subidos los videos del Festival de Santa Cecilia de este año. Damos las gracias a todos los compañeros que participaron y os recordamos que podéis poner algún comentario sobre el festival si os apetece.
Hola compis de 3º, a propósito de las notas de la escala. Aqui os dejo un pequeño video que escuchamos en la ultima clase de Música. Espero que os guste.
Cada 22 de noviembre se celebra en todo el mundo la fiesta de Santa Cecilia, Patrona de la Música, en conmemoración del día de su nacimiento. Un poco de historia…
Cecilia predicaba públicamente a Cristo e intentaba vivir siempre de acuerdo con sus enseñanzas, incluso en una época de fuerte persecución a los católicos. Poniendo en riesgo su vida, la santa visitaba a los cristianos en la cárcel, enterraba a los muertos y profesaba su fe (todo lo cual estaba prohibido), con un convencimiento tal que llevó a su marido Valeriano, y al hermano de éste (Tiburcio) a hacer lo mismo. Durante más de mil años Santa Cecilia fue una de las mártires más veneradas por los cristianos, y en el año 1594 fue nombrada Patrona de la Música por el Papa Gregorio XIII, adoptándose universalmente el día de su nacimiento como el Día de la Música. Ya al fin de la Edad Media había empezado a representarse a la santa tocando el órgano, el arpa o cantando, y a través de los siglos su figura ha permanecido venerada por la humanidad con ese padrinazgo, cuyo origen es a decir verdad algo confuso y no se sabe con certeza de qué causas proviene.
Pero más allá de las causas por las que ha sido declarada Patrona de la Música (seguramente relacionadas con la tradición), son innegables la bondad y pureza de Santa Cecilia, y sus deseos de agradar a Dios. Por eso, se haya valido o no de la música, nos podemos permitir figurarnos en ella que la música es el instrumento del alma.
¡Estupenda noticia! Ya tenemos disponible la versión 4 de Incredibox.
Como sabéis, Incredibox en una aplicación online para crear ritmos de
BeatBox, es estupenda para proponer actividades creativas a los alumnos.
El año pasado yo la utilicé en clase, contábamos con las versiones 1, 2
y 3, cada vez más sofisticada en lo referente al diseño y vestuario de
los personajes. Cual ha sido mi sorpresa al abrir ayer la página y ver
que cuentan con la versión 4! No me ha dado tiempo de probarla a
fondo pero, en esencia, es igual que la versión 3 en cuanto a diversidad
de sonidos pero incluye una mejora importante..¡Se pueden descargar las
composiciones en formato Wav! Una vez terminada la composición se da a
compartir y al icono de descarga para poder tener en el ordenador
nuestra composición. También se pueden compartir en la red a través de
una URL que proporciona la herramienta, esto es igual que en versiones
anteriores. Os dejo el enlace para que la vayáis probando, a ver qué os
parece!
Esta es una captura de pantalla de este nuevo servicio de descarga de Incredibox.
Esta semana en 3º de EPO hemos estado trabajando las competencias digitales en la clase Música.
Durante la clase los compañeros han trabajado con apps :Notación musical, creación de melodías, memoria auditiva con el Juego Simón y audición de la Sinfonía de los Juguetes.
Esta semana, en clase de Música hemos conocido un poquito más este maravilloso instrumento que es el acordeón. Los alumnos de 2º de EPO han trabajado y escuchado varios temas interpretados por diversos acordeonistas. Su canción preferida ha sido como no, "El Tren Expreso".
Continuamos con el segundo post dedicado a los Cuadros de una exposición, una obra escrita en 1874 por el compositor ruso Modest Mussorgky.
Para aquellos que no habéis leído el post anterior, os dejamos el enlace (pinchar aquí) en el que hablamos de la genésis y principales características de la obra, así como de los seis primeros cuadros. Para los que sí lo habéis hecho, solamente recordaros que estamos ante una suite que tiene como fuente de inspiración diez cuadros del arquitecto Victor Hartmann, que Mussorgsky nos evoca a través de la música.
Sin más dilación, continuamos donde dejamos, nuestra visita a este peculiar museo.
Samuel Goldenberg y Schmuyle
Tras el Ballet de los polluelos en sus cascarones le llega el turno a esta pieza en la Mussorgsky retrata a dos judíos.El primero de ellos avanza pomposay pesadamente (las cuerdas y las maderas interpretan la frase al unísono) y es la imagen del judío auténtico, rico y arrogante. El segundo pobre y plañidero es representado con una melodía aguda, hiriente e incluso desesperada (en su primera aparición (min. 0'42) escucharéis fácilmente la nota convulsivamente repetida de la trompeta). Los dos temas entablan una discusión acalorada,
se superponen uno a otro. Estamos ante una lucha de poder hasta que
finalmente el rico, el poderoso se impone al pobre y se desembaraza de
él de una manera bastante brusca.
El mercado de Limoges
Sin interrupción en la versión orquestada por Ravel y con un pequeño paseo en la versión para piano escrita por Mussorgsky, suenan rápidos toques de trompeta. Nos están anunciando el nuevo escenario, comienza El mercado de Limoges y
con él el trasiego, las idas y venidas, la muchedumbre, las mujeres y
los comerciantes haciendo tratos en la plaza del mercado. Una escena
de gran animación popular para la que Mussorgsky había imaginado cómicos
diálogos entre los campesinos allí presentes. La orquestación de
Ravel arranca con las trompas que en combinación con los violines, la
sección de madera y la percusión representan perfectamente el bullicio.
Catacumbas
Contraste absoluto. Del bullicio, del trasiego y la rápidez del mercado al clima tétrico y lúgubre de las catacumbas.
Los instrumentos de metal con sus acordes largos, graves y disonantes,
con vigorosas apoyaturas que recuerdan a la sonoridad del órgano, nos
crean esta atmósfera en la que lo primero que escucharéis es la
irrupción de los trombones graves y solemnes.
Cum mortuis in lingua
Esta pieza no es sino un paseo, pero un paseo por el mundo subterráneo de las catacumbas. Así, sobre un fondo interpretado por las cuerdas, los oboes y fagotes nos hacen deambular, con esa melodía que conocemos también, por un mundo siniestro. Una melodía que posteriormente pasará a la cuerda grave. Estremecimientos de ultratumba.
La cabaña sobre las patas de gallina
La imagen que habitualmente se asocia con este cuadro es la de una cabaña que se sostiene sobre patas de gallina. Y en esta cabaña, según la tradición popular de cuentos rusos, vive la bruja Baba-Yaga que se come a los niños que se pierden en el bosque.
La imagen musical que nos deja Mussorgsky es otra fantasmagoría propia de un cuadro trepidante que comienza con toques de timbal. Comienzo enérgico, con brío,
como dice Mussorgsky pero el desencadenamiento y la algarabía irá
cediendo su sitio a una especie de murmullo (min 1'14) en el que los trinos de la flauta sirven de fondo a un tema sordo del contrabajo y del contrafagot.
Aunque la versión que os pongo también contiene el siguiente número la
fuerza que trasmiten estos jóvenes merece la pena ser disfrutada.
La gran puerta de Kiev
El último cuadro que Mussorgsky seleccionó era un dibujo de un proyecto
arquitectónico que Hartmann realizó para una puerta en la ciudad de
Kiev. Una puerta de estilo ruso que nunca construyó.
La música de Mussorgsky nos sugiere una entrada triunfal por esa gran puerta de Kiev, o mejor dicho un paseo triunfal pues ahí están presentes los acentos de esa melodía que tantas veces hemos escuchamos pero en esta ocasión bajo una forma épica y grandiosa a cargo de la percusión y el viento metal. Atravesada la puerta escucharemos una
especie de coral religioso y a partir de este momento alternancia
de las dos ideas musicales. Impresionante el final en el que se
moviliza todas las secciones de la orquesta
Hasta aquí estos Cuadros de una exposición de Modest Mussorgsky. Para finalizar, únicamente me gustaría comentar que la versión orquestada por Ravel durante muchos años eclipso a la versión original escrita por Mussorgsky para piano. Fue necesaria que uno de los mejores pianistas del siglo pasado, Sviatoslav Richter,
la rescatase del olvido, la asumiera en su repertorio para que hoy día
la consideremos una de las grandes composiciones para piano. Creo que no
hay mejor versión para despedirse. Os dejo con Sviatoslav Richter interpretando Los Cuadros de una exposición y
espero que os lo paséis muy bien escuchándola con vuestros hijos,
alumnos, sobrinos, nietos...vosotros elegís. Nosotros os esperamos el
próximo sábado con más música para niños.
Hoy en nuestra sala de conciertos vamos a hablar de Cuadros de una exposición. Una obra compuesta en 1874 por el compositor ruso Modest Mussorgski.
Lo primero que nos gustaría aclarar es que no es una pieza escrita para niños, pero como veréis a continuación funciona perfectamente para ellos y realmente la disfrutan imaginando con la música escenas como el carro atravesando la estepa rusa, los bulliciosos niños jugando en los jardines de las tullerías o la discusión entre el judío pobre y el judío rico.
¿Escenas narradas con música? Sí, que no os extrañe pues estamos ante un estupendo ejemplo de música programática, ese tipo de música de carácter descriptivo que tuvo su momento de mayor esplendor en el romanticismo y que tiene como objetivo evocar ideas o imágenes extra-musicales en la
mente del oyente.
Y, qué evoca esta música, me preguntaréis. Pues como muy bien reza su título, los cuadros de una exposición. Pero os voy a contar primero la génesis del proyecto y será mucho más fácil situarnos.
En 1873 fallece Victor Hartmann, arquitecto y amigo personal de Modest Mussorgski. Un año después, a modo de homenaje se realiza una exposición de sus dibujos y maquetas -el propio compositor cedió obra de su colección particular- que sugiere a Mussorgski la composición de esta pieza en la que intenta evocar a partir de la música los cuadros contemplados y las sensaciones allí percibidas.
Con la idea en la cabeza la concepción de la obra fue muy rápida y en apenas tres semanas estaba escrito el ciclo para piano que conocemos como Cuadros de una exposición.
Pero como siempre la pregunta está en el aire. ¿Si es una pieza para piano por qué vamos a escuchar en muchos de los números a una orquesta? Pues porque de la misma obra hay versiones orquestales. Sí, versiones en plural. Estamos ante una de las piezas más veces orquestada, y entre todas ellas podríamos destacar la de Touchmalov (1891) por ser la primera que se hizo, la de Leonidas Leonardi (1924), la de Serguei Gortchakov(1955), la de Vladimir Ashkenazy (1983) y por supuesto debemos destacar la de Maurice Ravel la más conocida, la que se ha impuesto en el repertorio y por tanto la que hoy escucharemos.
¿Y la de Mussorgsky? No existe. Mussorgsky, aunque parezca extraño por la calidad de su obra y el reconocimiento que ha tenido a lo largo del s. XX, era un músico que no tenía una formación solida detrás, un músico amateur podríamos denominarlo, por lo que le resultaba muy complicado hacerse cargo de la orquestación de una obra.
De ahí que en muchas de sus composiciones la orquestación haya corrido a
cargo de otros músicos, en especial de Rimsky Korsakov.
Sin más dilación, comenzamos nuestra visita a la exposición.
La obra está compuesta como una suite de quince piezas y de estas quince piezas solamente diez tiene relación con algún cuadro de la exposición, las otras cinco son una variación de la primera: Promenade ( paseo). Ésta es la pieza que abre la suite y lo que Mussorgsky quiere sugerir con ella es ese paseo, ese el deambular de cualquiera por la exposición entre los cuadros.
Por ello la misma pieza, aunque variada, aparece en distintas ocasiones
enlazando diferentes cuadros. Como el propio compositor cuenta en una
carta a Vladimir Stassov, su propio rostro aparece en estos paseos, si queréis escucharlo, estad atentos, porque son los dos compases con los que se abre la pieza.
Paseo.
Gnomus.
Esta pieza es un muy buen ejemplo de que Mussorgsky no
pretendía hacer una reproducción musical literal de la imagen pictórica. Él partía de una sugestión insignificante, en este cuadro un
cascanueces, y pintaba a partir de ellas imágenes que correspondían con
sus propios arquetipos y fascinaciones personales. En este caso Gnomus un ser inquietante y casi denomiaco que reconocemos retratado en los instrumentos de viento
que nos hacen sentir que estamos ante las convulsiones, los aullidos e
incluso las claudicaciones de ese ser monstruoso que camina con las
patas torcidas.
Finalizada la contemplación del primer cuadro, volvemos a deambular por la galería en busca de más imágenes que contemplar y volvemos a escuchar el paseo, en esta ocasión la variación, a cargo de la trompa, es mucho más dulce y nos deja preparados para afrontar un nuevo cuadro: El viejo castillo
El viejo castillo
Una melodía llena de nostalgia evoca la imagen de ese castillo medieval en la que a sus puertas canta un trovador. Comienza el fagot grave, pausado, lleno de recuerdos, tal vez incluso de una manera obsesiva, para pronto (0'26 min) dar paso al tema casi elegíaco del saxofón, estamos frente al trovador.
A partir de aquí un canto maravilloso, en momentos incluso dialogando
con el fagot, tal vez dialogando con sus recuerdos que nos da pie a
jugar al quién es quien en esta historia. En el min 1'15 tenemos un
tercer motivo, más corto y evasivo en las cuerdas para completar la
historia.
Un soberbio número en el que además del buen hacer de Mussorgsky se nos muestra la genialidad de Ravel como orquestador.
Un nuevo paseo -vuelve a ser interpretado por las trompetas
respondidas por las tubas y por la cuerda-, se ve interrumpido por otro
cuadro, pero en este caso estamos en un parque.
Las Tullerías
Frente a la nostalgia anterior en este cuadro todo es finura y ligereza, como un juego de niños en el que Mussorgsky innova con las armonías pero en la búsqueda de una sonoridad dulce.
Mussorgsky con este cuadro nos quiere llevar a París, al parque de las Tulleríasdonde escuchamos como juegan los niños, discuten, se divierten e incluso se tiran del tobogán.
Debido a la ligereza musical que se busca en este número no vais a
escuchar ni trompetas, ni tubas, ni trombones, que hasta ahora han
tenido bastante importancia, y por instrumento de percusión sólo un
pequeño triángulo.
Bydlo
Sin transición, es decir sin paseo llegamos al siguiente cuadro que nos lleva a la estepa rusa. Allí distinguiremos una carreta tirada por bueyes, (la cuerda grave y los fagots siguen rítmicamente el paso de esta pesada carreta) y sobre ella una melodía popular, robusta interpetada por la tuba.
Lo que más llama la atención de este cuadro es el juego que establece Mussorgsky con la intensidad, con lo fuerte o suave que debe intrepretarse un sonido. Gracias a ello podemos imaginarnos perfectamente la manera en que la carreta se aproxima (el gran crescendo) y se aleja (pianísimo apenas audible).
TrasBydlo,un nuevo tiempo dedescanso, de caminar por la exposición y por ello nuevamente aparece el paseo,
probablemente el más tranquilo y delicado de todos los que escuchemos,
interpretado por la madera en el registro agudo que dará paso a la
cuerda anunciándonos el nuevo cuadro que se avecina.
Ballet de los dos polluelos del cascarón.
De los diez cuadros de Viktor Hartmann seleccionados por Mussorgsky para esta obra, este es el único del que se conserva el original
y es precisamente esta tinta china que presentamos que fue creada para
la puesta en escena del ballet Trilbi. Para evocarnos esta imagen
Mussorgsky creó una pieza llena de humor, toda una obra maestra, en
donde las flautas, las grandes protagonistas, acompañadas de las maderas y las cuerdas son polluelos que luchan por romper el cascarón y desprenderse de él.
Lo dejamos aquí, si os ha gustado pinchando aquí iréis a los números que faltan. Mientras os dejo una versión de la obra completa para que os vayáis ambientando.
Hoy vamos a hablar en nuestro auditorio infantil de una de las obras de música clásica escrita para niños más conocida: Pedro y El lobo de Sergei Prokofiev.
Aquellos que me habéis seguido, sabéis que estos artículos sobre obras musicales escritas para niños (si queréis leer alguno más, pinchad aquí) nacen con la intención dedar pautas de escuchacon las que poder seguir y disfrutar este tipo de música,
por ello normalmente no suelo considerar relevante detenerme mucho en
los datos biográficos del autor. Pero en el caso de hoy es diferente y
creo que lo entenderéis perfectamente.
Pedro y el Lobo es una obra que nace de un encargo y con una intención absolutamente didáctica
y esto, que bien podía haber sido un hándicap a la hora de hacer una
obra de calidad -las directrices que dan a Prokofiev son demasiado
cerradas-, no lo es en absoluto. La razón de ello tiene mucho que ver
con la vida de Prokofiev y la situación política en la que desarrolla su
trabajo.
Sergei Prokofiev es un compositor ruso nacido en 1891. Se forma en el Conservatorio de San Petesburgo y en 1918 abandona Rusia interesado por la música de compositores occidentales como Debussy o Strauss afirmando, el mismo, un lenguaje propio de gran aspereza armónica y rítmica que
lo debemos inscribir dentro de alguno de los lenguajes más avanzados
del momento, como podían ser las estéticas simbolistas o futuristas.
Prokofiev pasa quince años de su vida viviendo en EE.UU, Francia y Alemania, pero a partir de 1927 comienza a reestablecer sus contactos con la URRS donde realizada varias estancias y a donde vuelve definitivamente en 1936. Dos años después a Prokofiev, como a tantos otros, se le prohibió la salida del país y se convirtió en un compositor oficial a las órdenes del régimen.
Por supuesto esto se ve reflejado en su obra de una manera muy clara,
su estilo innovador y transgresor se aplana, hay una vuelta a la
tonalidad, al empleo del floklore... podríamos hablar largo y tendido de
ello, pero no creo que sea el lugar. Lo que sí quiero indicar es que Prokofiev encontró una vía de escape, una manera de poder salirse de las indicaciones del régimen cuando escribía bandas sonoras para películas u obras de teatro, como es el caso de Pedro y el lobo, pues los "pecados"que pudiesecometer a ojos del máximo rector quedaban ocultos tras las exigencias dramáticas del argumento.
Esto es lo que pasa en Pedro y el Lobo, pese a ser una obra didáctica nacida a petición de Natalya Sats
y el Teatro Central Infantil de Moscú, con el claro objetivo de cultivar el gusto musical de los niños desde los primeros años de escuela no queda estelirizada en ningún momento el talento y la maravillosa imaginación musical de Prokofiev.
Cuatro días fueron los que necesitó Prokofiev para crear crear esta obra. Y ¿qué hizo para seguir el propósito de cultivar el gusto musical de los niños? Pues creó un cuento musical para todas las edades con el que mostraría a su público los diferentes instrumentos de la orquesta. Para ello y para no limitarse únicamente a mostrar el timbre del instrumento sino ir un poquito más allá, asoció
cada instrumento de la orquesta a un personaje de la historia y los
personalizó musicalmente con un carácter y un comportamiento. Tenemos al niño ingenuo, al abuelo grunón, a los no muy valientes cazadores... Mejor os lo ordeno en la siguiente lista.
Pedro, el joven protagonista de la historia va a ser interpretado por los instrumentos de cuerda
y el tema con el que aparece represetado es un tema melódico rítmico de
"ingenua vivacidad" como es el carácter del propio niño.
El pájaro, como no podía ser de otra manera será la flauta.
El pato, es representado por el oboe y el tema refleja perfectamente la cobardía del personaje.
El abuelo, tierno pero grunón es el fagot y así es el tema.
El gato, el clarinete haciendo de tramposo.
El lobo está representado por trestrompas que desde el fondo de la orquesta nos grunén.
Los timbales y el bombo nos anticipan a los cazadores, bastante cobardes por cierto o, al menos, bastante menos valerosos que el intrépido Pedro.
Y el argumento ¿no nos vas a contar el argumento de la historia? sería la pregunta en este momento. No hace falta. Prokofiev escribió este cuento musical para niños, op. 67 para orquesta sinfónica y narrador. Será él quien nos guíe maravillosamente a través de esta historia. Espero que lo disfrutéis.
La versión que he elegido es la interpretada en 1997 por la RTVE con
Sergiu Comissiona en la dirección y Rafael Taibo como narrado.
En todas las religiones se atribuye al sonido
un poder sagrado, bien en forma de palabra como en la cristiana (al
principio
era el verbo, y el verbo estaba con Dios, y el verbo era Dios) o en
forma
de expresiones verbales o mantras, como en la hindú, de los
cuales
el más simple y a la vez el primordial, origen de todo, es el
OM,
cuya vibración profunda es interpretada como el sonido mismo de
la creación. En otras religiones, como las
chamánicas
asíaticas o americanas, diversos instrumentos, pero sobre todo
el
tambor, con su ritmo grave y repetitivo, tienen el poder de ser
vehículo
o transportar al chamán al mundo de los espíritus por
medio
del trance. Estos instrumentos cobran así un valor sagrado y son
contemplados como los portadores de la voz de los espiritus que se
comunican
con el hombre. Desde nuestra perspectiva racionalista
occidental,
este fenómeno lo interpretamos en el sentido de que determinados
sonidos y ritmos repetitivos son capaces, asociados a otros agentes, de
provocar estados alterados o potenciados de conciencia, posibilitando
la
entrada en trance de personas especialmente preparadas, que pasan
así
a niveles de percepción más profundos, a los contenidos
intuitivos
del inconsciente y la visión arquetípica de lo real.
Evidentemente,
ello se articula con contextos culturales que incluyen una
visión
sagrada de la existencia, no materialista ni racionalista a ultranza. Uno de estos instrumentos sagrados o
mágicos
es la bramadera, empleada ya en la religion paleolítica, en los
rituales de las cuevas con pinturas. Identificación La bramadera es una plaqueta alargada de
madera
o hueso, y en ocasiones metal, sujeta por una perforación en un
extremo a una cuerda larga, por medio de la cual se voltea a la manera
de una honda, haciéndola producir un sonido
característico
que ha sido interpretado en las culturas primitivas como de
carácter
sobrenatural o sagrado, y empleado generalmente en los rituales de
iniciación. Origen Aparecen por primera vez en los registros
arqueológicos del Paleolítico Superior, junto a otros
objetos
de configuración semejante con los que a veces se las ha
confundido,
como son los colgantes. Las bramaderas prehistóricas
están
realizadas en lámina de hueso, escindida de una costilla de
animal,
y son extraordinariamente delgadas y de sección trasversal muy
aplanada,
tendiendo a lo plano convexo. Su diseño es generalmente
fusiforme
u ovalado y siempre llevan una perforación en un extremo, a
veces
en una cabezuela o botón destacado de la pieza.
Bramaderas australianas Las bramaderas aborígenes australianas
son las más significativas, así como los rituales en que
se emplean son los mejor informados. Se las llama en lengua aborigen
Churingas
o Tjurungas, y en lengua anglosajona se ha popularizado el ya citado
nombre
de Bull roarer. Con frecuencia van decoradas por una cara o por las
dos,
y los diseños son geometricos y de simbología tribal,
aunque
también pueden ser exclusivamente personales. Su sonido se
asocia
a lo sobrenatural y se emplean en los ritos de iniciación de los
varones, estando prohibida su contemplación o uso a los no
iniciados
(mujeres y niños). Cuando tiene lugar un ritual, su sonido
advierte
a los no iniciados que deben abandonar la zona sagrada en que
éste
tiene lugar. El "bull roarer" australiano se hace de "muga"(acacia
aneura),
de madera dura y compacta de color rojizo, más resistente y
pesada
incluso que el ébano. Esta madera, por sus buenas
características
de resonancia, se emplea para todo tipo de instrumentos musicales
aborígenes,
e incluso, por su elasticidad, para la fabricación de arcos. La
cuerda suele ser de cabello humano o pelos de opossum. En cuanto a las dimensiones de las
bramaderas,
hay que decir que son muy variables, desde algo menos de 10 cm hasta
más
de un pié de longitud, variando el sonido que producen
según
el tamaño. Las más pequeñas dan un sonido suave y
más agudo, mientras que las grandes producen un sonido grave y
profundo. Finalmente hay que decir que el uso de
bramaderas
se ha incorporado, como instrumento musical, a algunas composiciones
modernas,
persiguiendo el efecto especial de su sonoridad, e incluso se ha
sintetizado
electrónicamente.