Como hemos visto estas semanas en clase, los ejercicios de relajación son fundamentales para conseguir la distensión muscular y el calentamiento general del cuerpo necesarios para afrontar física y mentalmente los ejercicios de vocalización previos al estudio de una determinada obra.
Os dejo una pequeña tabla para que podamos también practicarlos en casa. Recordad que todos estos ejercicios deben ir acompañados de una correcta respiración: debemos respirar pausada y regularmente, acompasando la respiración a los movimientos físicos propuestos.
1. PIERNAS Y ESPALDA
Tanto si cantamos de pie como si lo hacemos sentados, deberán estar rectas y ligeramente separadas.
La espalda debe estar en posición recta pero relajada. Con los brazos en cruz, giraremos hacia la derecha y hacia la izquierda tres veces, volviendo cada vez al centro. De nuevo, brazos en cruz y hacemos movimientos pendulares hacia la izquierda y hacia la derecha.
2. HOMBROS
Ascenso-Tensión y Descenso-Relajación. Lentamente, subimos los hombros
-primero uno y luego el otro- intentando tocar con ellos las orejas. ¡No
vale mover la cabeza! Volvemos a la posición de equilibrio y realizamos
movimientos circulares de atrás hacia delante. Pausa y cambiamos el
sentido: movimientos circulares de delante hacia atrás.
3. CABEZA Y CUELLO
La cabeza y el cuello deben estar erguidos pero sin tensión.
Comenzaremos realizando movimientos laterales hasta alinear la barbilla
con los hombros a un lado y al otro. A continuación, movimientos
inclinados, como intentando apoyar las orejas en los hombros. ¡Ahora no
vale subir los hombros! Volvemos a la posición inicial y realizamos
movimientos hacia delante (la barbilla intenta tocar el pecho) y hacia
atrás (el cuello se estira ligeramente). Para terminar, movimientos
rotatorios (izquierda-derecha y al revés).
4. MANDÍBULAS Y CARA
Para relajar las mandíbulas, dos ejercicios: abrir lentamente y cerrar rápidamente y abrir rápido y cerrar lentamente.
Relajar la cara es la parte más divertida. Empezamos realizando algunas
muecas: sonrisa forzada, mostrar sorpresa, imitar a los peces (besos al
aire)... A continuación, relajaremos los músculos masticadores y de
articulación del habla masticando con la boca cerrada sin producir
sonido. Terminamos bostezando para relajar los músculos de la laringe.
5. LENGUA
Como en el bostezo, empezaremos separando las mandíbulas, manteniendo
los músculos labiales y el cuello sin tensión. Después sacamos y metemos
la lengua lo máximo posible. La movemos a derecha e izquierda, arriba y
abajo. Empujamos el velo del paladar (tensión) y la depositamos
(relajación) en la base de la boca. Para terminar, movemos la lengua de
nuevo a derecha e izquierda, arriba y abajo, pero ahora por dentro, con
la boca cerrada.
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